Esta vez, el vivo va a ser mucho más largo, tras repetidas peticiones por parte de muchos de vosotros, que os quejábais de no haber podido hablar con todos los pjs, por tener poco tiempo para vuestros objetivos.
Pero al alargar el tiempo de juego, pueden faltaros temas de conversación, así que para solventar esto, he hecho artículos como el del teatro y ahora os hablaré algo de filosofía, que era uno de los temas típicos tras las copiosas cenas romanas.
No os agobieis por lo largo que es, idlo digiriendo con calma. En esta entrega haré referencia a la evolución filosófica previa a la época del vivo y en un siguiente post, os comentaré las "últimas novedades" que se produjeron en Roma tras la conquista de Grecia.
Espero que os sirva de algo.
“[…] la conversación de sobremesa fue, con la bebida, erudita y amena, pasando de unas en otras pláticas sobre asuntos filosóficos, hasta que la disputa vino a recaer sobre las que se llamaban paradojas de los estoicos; tales como esta: “Que sólo el bueno es libre y esclavos todos los malos”. Aquí, como era natural, contradijo el Peripatético, a quien replicó con vehemencia Catón, y aumentando el tono y la presteza de la voz, llevó muy lejos el discurso, entablando una maravillosa contienda: de manera que a nadie le quedó duda de que su ánimo era poner término a la vida y librarse de los males que le rodeaban. Así es que, acabado el discurso, fue grande el silencio y la tristeza.”
Extracto de la cena con charla filosófica de Catón antes de su suicidio.
Plutarco, Vidas Paralelas, Catón el Joven, LXVII.
Pequeño resumen de las tendencias filosóficas previas al vivo:
1.- Presocráticos. Fueron los primeros en intentar dar una explicación al mundo, eje central de la filosofía en época Antigua. Surgieron en Mileto, ciudad de la Península de Anatolia (actualmente Turquía). Pocos textos se poseen de ellos y tenemos que reinterpretar a los que transmitieron estas tesis (Aristóteles, Teofrasto, etc.). Buscaban principalmente el arjé, principio fundamental de todas las cosas. Eran una mezcla de científicos y lo que actualmente conocemos como filósofos, pues en el Mundo Antiguo, ambos campos se confundían.
Los eleatas serían los primeros en separar del arjé la parte física de la espiritual.
Filósofos Milesios: Tales de Mileto (c. 620-550) fue uno de los considerados “Siete sabios de Grecia”. Consideraba que el arjé era el agua (hygron). Fue el 1º en encontrar un origen común a todo e intentó explicar los cambios de la Naturaleza en base a este principio único, el agua.
Le continuó Anaximandro (610-550) pensó que el arjé debía de ser algo menos concreto que el agua y lo llamó apeiron que se podría traducir como “ilimitado o indeterminado”. Es el primer proceso conocido hacia la abstracción, a excepción de algún papiro filosófico egipcio. Introdujo el concepto de Cosmos, el orden que existe en el Universo y que influyó mucho en el pensamiento posterior.
Anaxímenes (590-525) marca un retroceso, pues vuelve a una sustancia concreta y piensa que el arjé es el aire (pneuma), que es a la vez el alma y el soporte físico.
Pitágoras y los pitagóricos:
Los persas invaden las ciudades jonias (en
Es un pensamiento afín con la tradición religiosa órfica, reflejada en su ética salvacionista. Pitágoras introduce la noción de que el alma tiene origen divino y el cuerpo la aprisiona, por lo que es preciso purificarse para alcanzar esta liberación. Este hecho supone la separación entre materia y espíritu y constituye una reacción idealista ante el materialismo milesio. Se abandona la búsqueda del arjé y Pitágoras propone un principio ideal, el número, entendido como la medida y proporción que rige el orden cósmico, como una correlación entre los planetas, las notas musicales, etc. El número es para ellos soporte de la realidad y lo que
Jenófanes de Colofón (570-475) es una mezcla de filósofo y poeta. Trabajó como rapsoda en
Heráclito de Éfeso (540-470) fue un aristócrata de Asia Menor (Turquía). Opuesto a Parménides, el problema que se plantea es la esencia del ser, continuando el pensamiento milesio. Sigue la regla de “Panta rei” o todo fluye: El Cosmos es dinámico y se manifiestan estos cambios en la superación de los opuestos. El logos es el orden del Universo, pero no concebido de forma estática como con Pitágoras, sino cambiante. Como sustento material del logos, Heráclito elige al fuego, símbolo de la energía y transmutación. Fuego, logos, movimiento y devenir son un único principio, que contiene la unidad de los contrarios. El alma o psiqué, es fuego y participa en el logos.
Parménides y los eleatas. Paralelamente al auge de
Empédocles de Agrigento (490-430) fue un aristócrata siciliano que intentó avanzar en los debates entre los eleatas y los jonios. Postula la existencia de los 4 elementos primigenios: agua, aire, fuego y tierra, que forman todo lo existente en base a su mezcla o escisión. La fuerzas que les hacen cambiar son el Amor (unión) y el Odio (disgregación). También habla de que el alma, si ha llevado una vida digna, retorna a su origen divino, el Amor.
Anaxágoras de Clazomene (500-430) que desarrolla su pensamiento en Atenas e intenta conciliar el pensamiento de Heráclito y Parménides. Considera que la realidad está constituida por unas pequeñas partículas (llamadas homeomerías por Aristóteles) increadas e infinitas en número pero iguales entre sí, que se combinan para formar cuerpos gracias al nous, una fuerza basada en la razón o inteligencia y que consiste en el auténtico principio del Cosmos. Supone la base para Aristóteles, aunque le critica la escasa articulación de su teoría.
Demócrito y el atomismo. El atomismo es la tercera de las vías de conciliación de las tesis filosóficas previas, cuyo fundador fue Leucipo de Mileto, que residió a mediados del siglo V en Abdera, donde nació su discípulo Demócrito (460-370) del que es el único que nos han llegado textos. Demócrito fue contemporáneo de Sócrates y los sofistas, pero sigue con las herencias del materialismo milesio. Se diferencia de los eleatas porque admite la existencia del vacío, en el cual se agitan los átomos, que constituyen la esencia de toda realidad sensible. Pero no es precisa un fuerza externa que produzca este movimiento, sino que es inherente al proceso, hipótesis que le distingue de Anaxágoras. Habla del conocimiento tanto a través de los sentidos como a través de
2.- Sócrates y los sofistas: La filosofía de
Los sofistas. Eran sabios o maestros del saber, pero tienen un significado peyorativo debido a las críticas de Platón. La especulación anterior a ellos se centraba en el “Ser” de la Naturaleza, quedando en 2º plano la reflexión sobre la conducta social del hombre. El desarrollo de la polis provocó la necesidad de establecer unas normas éticas que se fundamentaran en la definición del hombre, así los sofistas se dedicaron a definir la diferencia entre phisis y ley y crear en ésta última unas pautas de conducta que determinaran el comportamiento de los individuos.
Tenían un pensamiento relativista que se plasmaba en las tragedias teatrales de la época, sobre todo las de Eurípides. Protágoras de Abdera (485-410) afirmaba que el hombre era la medida de todas las cosas, ya que los dioses no estaba demostrado que existieran debido a la falta de datos y a la corta vida humana (tratado “Sobre los Dioses”), afirmación que le condujo al destierro. Gorgias (480-390) acentuó este relativismo y adoptó una actitud nihilista (negación) con respecto al conocimiento, con lo que pasó de filosofar al mero ejercicio retórico.
De todas formas, estos pensadores adoptaron una actitud ética y didáctica de gran altura e incluso los diálogos Platónicos respetan esta vertiente. Compartían con Demócrito la idea de que el hombre podía alcanzar la libertad a través de la educación, que permitía llegar a la areté (virtud) y contribuyeron al desarrollo de la lingüística y de
Sus continuadores (segundos sofistas) cambiaron de estilo y la dialéctica se convirtió en retórica por influjo de Gorgias y el recto juicio se sustituyó por el ardid lingüístico, pues más que el conocimiento deseaban inculcar técnicas para el éxito individual. Ante esta actitud se alzó Sócrates, que no aceptaba esto ni el relativismo de Protágoras y Gorgias. A pesar de ello se considera que los sofistas mencionados (y otros como Hipias o Trasímaco) contribuyeron al desarrollo cultural de su siglo y provocaron la reacción idealista de Platón.
Sócrates (469-399) y su discípulo Platón (428-347) constituyeron un hito en la especulación filosófica, pero sólo tenemos la obra de Platón para conocer a ambos (y algún testimonio de Jenofonte, Aristófanes y otros que lo mencionan). Su pensamiento constituye básicamente una reacción ante el pensamiento sofista. También buscan la areté (virtud) basada en la razón, pero niegan que su fundamento se halle sólo en el ámbito humano y social, sino que debe de estar situada por encima de la contingencia temporal.
El método que utiliza Sócrates es la “ironía socrática” en la que plantea al oponente determinadas preguntas que va refutando a través de la razón, hasta llegar a las conclusiones deseadas, pues piensa que existe una verdad a la que se puede llegar a través del conocimiento. Hace referencia a un daimon interno, que permite distinguir el bien del mal. Sócrates parece buscar el perfeccionamiento moral, pero limitando la libertad individual. El episodio de su muerte parece refutar su grandeza moral. Su objetivo principal sería establecer una ley ética basada en criterios inmutables que todo hombre, si se esfuerza, podría hallar en su interior, lo que supone las creencias de Protágoras.
Las escuelas socráticas. Influidos por Sócrates hay 3 escuelas: Los cirenaicos, los megáricos y los cínicos.
La Escuela cirenáica fue fundada por Aristipo de Cirene (435-360) supone en cierta medida el intento de conciliación del relativismo de los sofistas con el logos socrático. Para ello establecieron una teoría hedonista, basada en el placer como bien supremo, pero controlado por la inteligencia.
La Escuela megárica fue fundada por Euclides de Megara (nacido en 400) que identifica el bien socrático con el Uno de Parménides, lo que le condujo a una dialéctica negativa y dogmática.
Los cínicos fueron representados por Antístenes (445-370) que recoge la ética socrática como un arma para llegar a la virtud (areté), eliminando lo accesorio. Igual que los cirenaicos, predicaban la Autarquía, la autosuficiencia del sabio. El discípulo de Antístenes, Diógenes de Sínope, utilizó la ironía al extremo, que instigó una vida natural y criticó severamente las convenciones y tradiciones sociales.
3.- Platón (428-347) fue un aristócrata ateniense que entró en el círculo de Sócrates tras un breve periodo con Cratilo. En el 387 se instala de nuevo en Atenas, tras la muerte de su maestro y funda la escuela de la Academia, que permaneció activa hasta el 529 d. C., año en el que fue clausurada por un decreto de Justiniano. Sus obras están escritas en forma de diálogos y se encuentran bien conservadas. Cuando se suicidó Catón, se cuenta que estaba leyendo obras de Platón, a pesar de ser un estoico.
Metafísica y conocimiento: La teoría de las ideas.
La teoría del conocimiento. Platón intentaba elaborar un sistema completo y coherente inspirado en las concepciones éticas de su maestro. Dice que es posible conocer el mundo a través de los sentidos (doxá) pero no a la esencia real e inmutable de las cosas. Pone ejemplos como los valores (justicia, bien, etc) que no nos llegan por la vía de los sentidos, al igual que los conocimientos matemáticos. Las ideas sólo pueden ser conocidas a través del raciocinio y el razonamiento filosófico, que elimina las trabas del alma para permitirle acceder al mundo de las ideas.
La teoría de las ideas. Platón intenta establecer las características del mundo de las ideas y su relación con el mundo de los sentidos. Hace referencia a un demiurgo o dios artesano creador del mundo real, que no es más que una metáfora mítica para hacerse entender, aunque tendría mucha influencia en los neoplatónicos como Plotino. Jerarquiza las ideas y en la cima está el Bien, luego se encuentran otras como la Belleza, la verdad o la simetría, los valores morales, los conceptos matemáticos y los arquetipos humanos ideales. Dichas ideas son objetivas e independientes del espíritu humano, aunque posibilitan nuestro conocimiento y son la estructura del Cosmos, cuya razón última de ser es el bien. Los objetos del mundo real son meras copias imperfectas de las ideas, de ahí la diferencia entre razas (humanas, animales o vegetales), de ahí la necesidad de escapar a la falsa vía de los sentidos para llegar al conocimiento verdadero.
El alma. Platón se vio obligado a teorizar sobre el alma, con raíces pitagóricas. En “La República” afirma que está dividida en 3 partes: la irascible y la sensitiva (irracionales) y la inteligible, que es racional e inmortal y permite el acceso al mundo de las ideas.
Ética y política. Su ética está basada en la de su maestro Sócrates. Su fin supremo es la contemplación de la idea del Bien, a la que tiene que llegar el hombre por medio de la educación, para librarse de los errores del conocimiento sensorial. Sabiduría y virtud son uno. Aplica su ética a la política y propone en “La República” el gobierno de los mejores, constituido por una minoría de sabios filósofos (alma inteligible), cuyos conocimientos permitirían el mejor gobierno de
4.- Aristóteles (384-322) era hijo del médico oficial de la corte de Macedonia. En el 367 ingresó en la Academia de Platón, donde estuvo 20 años y más tarde fue preceptor de Alejandro Magno. En el 335 fundó su propia academia el Liceo o Peripato, que dirigió hasta su muerte. Su obra nos ha llegado sobre todo en forma de apuntes de clase del Liceo y abarcan todas las ramas del saber: Física, biología, psicología, retórica, ética y política.
Dividió las ciencias en 3 clases: Las teoréticas, encargadas del conocimiento; las prácticas, con el objetivo de proporcionar las conductas adecuadas y las técnicas que estaban centradas en las artes. Pero hablaba de una disciplina previa, la Lógica (o analítica) que tenía como fin el estudio del pensamiento y de lo necesario para un conocimiento verdadero.
Lógica aristotélica. Está basada en 3 elementos: el concepto, el juicio y el razonamiento. El concepto es la esencia real de una cosa, siendo el sujeto lo permanente y los predicados serían lo cambiante. Los juicios son agrupaciones de conceptos para poder afirmar algo sobre
El elemento fundamental de este razonamiento deductivo es el silogismo, que permite a través de 2 premisas o afirmaciones verdaderas con dos términos, deducir una tercera. Ej: Premisa 1: Sócrates es un hombre. Premisa 2: Todos los hombres son mortales. Conclusión: Sócrates es mortal. Pero esta deducción supone un previo conocimiento o razonamiento inductivo (hay que observar que todos los hombres son mortales, siguiendo el ejemplo previo).
Filosofía de la naturaleza y metafísica. Aristóteles se enfrenta a la doctrina platónica de las ideas, sobre todo en 2 puntos: La incapacidad de explicar el mecanismo de participación de las cosas sensibles respecto a las ideas y la nula explicación ofrecida ante el problema del cambio. Por ello, intenta superar estas deficiencias con su teoría.
El Ser no es la idea, sino lo singular, lo concreto tal y como lo conocemos y tiene 4 causas: La material (de lo que está hecho), la formal (la esencia, el carácter), la causa eficiente (la que le permite llegar a ser) y la causa final (su fin, su razón de ser).
Establece una 1ª división entre materia y forma. Todo está compuesto de estas dos vertientes, pero a diferencia de Platón niega que la forma pueda percibirse sin la materia, pues son 2 partes indisolubles del ser. A esta doctrina se la ha denominado hilemorfismo. El filósofo establece una distinción paralela entre potencia y acto, sin la una no existe el otro. Constituyen la relación entre lo que puede llegar a ser y lo que es. Este hecho implica que hay cambio perpetuo, y todo cambio ha de tener una causa, un motor externo a él y la causa a su vez, ha de tener otra. En esta cadena de causas, se debe de llegar al motor inicial, que ha de ser inmóvil, pues si no necesitaría otra causa y además, eterno.
Pero no define al motor inicial (o acto puro, pensamiento que se piensa a sí mismo) que pone en marcha todo el proceso y lo resuelve como el propio anhelo del Cosmos en una especie de explicación teológica que recuerda a Platón.
Basándose en estos conceptos, Aristóteles establece su teoría del Universo: La Tierra es el centro, además está en mundo sublunar o de la experiencia, rodeado por una serie de esferas celestes, tras las cuales se halla el primer motor inmóvil y su biología, de la que todo lo orgánico posee un alma, aunque es diferente a la nuestra.
Psicología. Supone una continuación de sus concepciones biológicas. El hombre tiene un alma vegetativa (como los vegetales), una sensitiva (como los animales) pero tiene también racional, que le permite la abstracción y el razonamiento a través de la información aportada por los sentidos. Este entendimiento no es innato ni anterior como decía Platón, pero sí inmortal de una forma universal y no individual. Es una doctrina bastante compleja y con deficiencias, producto de la incapacidad para superar el dualismo y originó en el periodo escolástico (mucho posterior) una ardua polémica interpretativa.
Ética y política. En el terreno ético, Aristóteles considera que el bien sólo se consigue desarrollando la propia esencia y concretamente en el caso del hombre, ejercitando sus facultades racionales. Este hecho se puede llevar a cabo de dos maneras: Mediante el ejercicio de las virtudes morales y mediante las virtudes teoréticas. Estas últimas son las propias del entendimiento, pues consisten en la vida contemplativa y en el goce de la sabiduría y suponen la más alta actividad ética. La felicidad (eudamonía) es el resultado de la vida virtuosa, pero no es el fin.
Afirma que “el hombre es un animal social por naturaleza” y que la política no es más que la ordenación social en polis y cuya función ha de ser garantizar la moralidad ciudadana y la justicia, por medio de una educación y una constitución basada en el bien común. Dice haber 3 formas justas de gobierno: Monarquía, aristocracia y república, pero sólo si los gobernantes no hacen prevalecer sus intereses sobre la comunidad, pues entonces se degenera en tiranía, oligarquía y demagogia respectivamente. Prefiere la república moderada con el predominio de la opinión ciudadana en el gobierno.
5.- Las filosofías helenísticas. El Helenismo es el periodo cultural que se inicia con Alejandro Magno, que implicó grandes cambios: Se amplió sus horizontes y el cosmopolitismo y el comercio, favorecieron el abandonar las ataduras de la rígida polis. Las nuevas escuelas filosóficas buscaban proporcionar al hombre seguridad y una forma de vida, acorde a los nuevos valores. Los trabajos de filósofos anteriores (Aristóteles, Teofrasto y Estratón de Lampsaco sobre todo) condujeron a la especialización de los campos del saber y redujo la amplitud de
Estoicismo. Fundada por Zenón de Citio (335-265) y toma su nombre de la Stoa de Atenas, lugar en donde impartía sus clases. Sus principales discípulos fueron Cleantes (310-235) y Crisipo (280-204). Los estoicos poseían una teoría de la realidad especialmente materialista y afirmaban que el mundo estaba regido por un principio universal o pneuma, inspirado en el logos de Heráclito. De acuerdo a esta teoría, elaboraron una doctrina sensualista del conocimiento, ya que consideraban que el alma tenía un componente material. Negaban el azar, pues el pneuma constituye un elemento ordenador del cosmos, que a su vez provocaba un ciclo eterno de destrucción y renacimiento. La ética estoica, inspirada en estas concepciones, afirma que el objetivo de una vida elevada ha de ser la conformidad con el orden universal, que no podía ser cambiado. La vida elevada se conseguía a base de la renuncia a las pasiones y el cultivo del conocimiento, que procuran la apatía o falta de pasión, ideal del sabio autosuficiente. También fueron protagonistas de avances en lógica y lingüística y su influencia perduró largamente. Catón fue un discípulo de los estoicos, pero se le puede calificar de cualquier cosa excepto de apático.
Epicureismo. Epicuro (341-270) fundó esta escuela hacia el 323 en Atenas en el llamado Jardín de Epicuro. Su doctrina estaba basada en el atomismo de Demócrito, aunque introduce el elemento del azar, ya que afirmaban que la trayectoria de los átomos podía sufrir de forma fortuita y arbitraria desviaciones de su trayectoria o clinamen. Su intención con ello era negar la posibilidad de todo determinismo o logos ordenador del mundo, lo cual les enfrentó a los estoicos, aunque coincidían con ellos predican una ética alejada de las pasiones para lograr la ataraxia o imperturbabilidad. Por ello, afirman que había que buscar el placer, pero simplemente como ausencia de dolor. La vida austera y sencilla predicada por Epicuro, en el que el cultivo de la amistad sustituye a los “apetitos impuros”, tiene como fin evitar el temor al sufrimiento y a la muerte, para alcanzar, por medio del perfeccionamiento de la virtud, la eudamonía (felicidad). En Roma alcanzará fama el epicúreo Lucrecio.
Escepticismo. Fundada por Pirrón de Elis (360-270) pero alcanza su plenitud paradójicamente con dos rectores de
Fuente: Varios autores. Humanidades. Ed. Cultural. Madrid. 1989.
No hay comentarios:
Publicar un comentario