Pues sí. No me había dado tanta cuenta de este hecho hasta comenzar a informarme sobre la época, que tenía casi olvidada. En este post sólo quiero dar constancia de la vigencia de Roma aún hoy, pues fue (junto a la Grecia clásica) los fundamentos de en lo que nos hemos convertido y actualmente, estamos rodeados de elementos de esa Roma que vamos a recrear juntos, de los cuales, voy a señalar unos pocos.
Alea jacta est, así que empiezo
hic et nunc:
Culturalmente, el derecho romano, aunque en escasa medida, sigue siendo influyente en la carrera de Derecho, pues una de las grandes aportaciones romanas fue su complejo sistema judicial, que en un principio se basó en Grecia, pero luego alcanzó cotas de complejidad inimaginables. También heredamos cosas de su sistema político.
http://en.wikipedia.org/wiki/List_of_Roman_laws
No hablemos de infraestructuras…aunque ya en época Minoica (griegos del 2000 AC) existían sistemas de cloacas, nadie como los romanos supo usarlos. Fuentes, acueductos, cloacas, baños, etc. Y vías romanas, que los más modernos ingenieros usaron para superponer sus carreteras y autovías. Un ejemplo de sus aciertos a la hora de elegir recorridos está cerca: En Barcelona capital tenemos la Vía Augusta (1500 Km. En total) como una calle más. Puentes que aún perduran (como en Mérida), miliarios que marcaban distancias como precursores de las señales viales, túneles que atravesaban montañas, etc.
Monumentos grandiosos, arcos de triunfo, miles de templos tan sólidos que a pesar de las guerras, la violencia, el vandalismo y el “progreso” han resistido como bastiones del mundo romano, ese pequeño pueblo campesino que se erigió como dueño del mundo conocido.
Los nombres de los planetas y de los días de la semana, hacen honor a los dioses de su panteón (y al griego). El actual calendario y sus meses (Julio, Agosto tras la reforma de César) aún siguen rigiendo nuestras vidas. La palabra siesta: tan española costumbre es herencia de la pequeña cabezada que daban en su hora “sexta”.
Los descubridores de Atapuerca, bautizaron a la nueva especie de Homo, como Antecessor, una especie de explorador de reconocimiento que iba siempre delante de los ejércitos romanos.
Hay infinidad de ejemplos. Seguro que a vosotros se os ocurre alguno más que podáis aportar.
En lo social, han perdurado más cosas de las que creemos. Os copio este resumen de un trabajo realizado en la UIB:
Hacer los cuernos, sacar la lengua tienen más de dos mil años antigüedad. Un innovador estudio de la Universidad de las Islas Baleares (UIB) y de Barcelona ha recogido 110 gestos de la época romana que perduran en nuestros días.
“Uertere pollicem” resonó en el Coliseo. El emperador acababa de ordenar la muerte de uno de los gladiadores. Pero, ¿sacarse la lengua significaba burla? ¿Hacer los cuernos resultaba grotesco? ¿Había algún gesto que escondiera intención seductora? Vamos a verlo…
Orejas
En España, Italia, Brasil, Uruguay y Argentina es común felicitar los aniversarios estirando de las orejas a los cumplen años. El origen de esta costumbre está en la época romana. Antiguamente se hacía un gesto muy parecido: se tocaba el lóbulo de la persona a la que habían de recordarle algo. Asimismo, también se tocaban su propio lóbulo cuando querían hacer memoria. Por ello, hoy se tira de la oreja cuando alguien cumple años: para recordarle el tiempo pasado.
Silencio
“Pero él, llevándose el índice a los labios, atónito por el miedo, dijo: calla, calla”. Se trata de un texto de Apuleyo, concretamente de Las metamorfosis (la única novela romana que ha sobrevivido entera), que ha dado cuenta de un gesto muy común entre nosotros, el de imponer silencio.
Aprobación
Uno de los emblemas más interesantes es el del gesto que hacían los romanos a la hora de afirmar o negar. Para comunicar aprobación se hacía lo mismo que ahora: mover la cabeza arriba y abajo. No obstante, la sorpresa ha llegado al investigar la negación. Aunque los romanos conocían el movimiento lateral de izquierda a derecha, no era éste el que utilizaban normalmente para decir no, sino que tiraban la cabeza hacia atrás. Lo más curioso es que este emblema existe todavía en la Italia meridional, al sur de Nápoles; como también perdura en Sicilia, Malta, Grecia y Turquía.
Números
Los romanos podían expresar con los dedos cualquier número entre el uno y un millón. El sistema consistía en representar las unidades con dieciocho gestos distintos realizados con los dedos de la mano izquierda (el corazón, el anular y el meñique expresaban las cifras del uno al nueve, y con el pulgar y el índice las decenas). Con la mano derecha se expresaban las centenas y millares mediante 18 gestos. La posición de las manos respecto al pecho, el ombligo o el fémur expresaban las decenas y centenas de mil. Para el millón se entrelazaban las manos.
Un ‘tanto’
Levantar el dedo corazón manteniendo la mano cerrada era un gesto obsceno que intentaba reproducir un pene erigiéndose desde el escroto. “¿También tú te burlas de mí, ladrón, y me muestras el dedo impúdico cuanto te amenazo?”, reza un poema romano.
Chasquear los dedos
En latín se llama crepitus digitorum, el gesto de chasquear los dedos servía para enviar una señal a alguien, para que hiciera alguna cosa que ya se sabía. Tíbulo lo nombra en sus Elegías, como la manera de ordenar a su mujer que le abra las puertas de casa.
Los cuernos
Existe un mosaico del siglo VI d. C. con un personaje que hace el gesto de los cuernos con una mano: levantar los dedos meñique e índice con el puño cerrado. Su significado variaba si se hacía hacia arriba o hacia abajo. De ésta última manera significaba, como hoy, alejar el mal. Es, por tanto, un gesto de protección, como también lo es cruzar los dedos índice y corazón. Eran símbolos de defensa ante el mal de ojo.
‘Corta, corta’
El gesto en tono de burla para advertir a alguien que pare de hablar cuando su verborrea se hace insoportable permanece igual hoy. Consiste en mantener los dedos juntos y estirados horizontalmente y juntarlos y separarlos alternativa y rápidamente del pulgar. (Hacer una especie de tijera.)
Piernas cruzadas
Sentarse con las piernas cruzadas era considerado maléfico en la antigua Roma. También lo era sentarse con las manos entrelazadas y colocadas sobre una rodilla o con los dedos entrelazados. En concreto, estas posturas podían perjudicar algunos procesos como el parto (estaba prohibido sentarse así delante de una mujer embarazada) o la toma de decisiones en una reunión.
Tocarse la barba
Para los romanos, el que se palpa la barba, habla calmosamente. La costumbre de afeitarse con un barbero no comienza hasta el siglo II a. C. La doctora Fornés afirma que “de hecho, los primeros barberos, procedentes de Sicilia, llegaron a Roma el año 300 a. C., aunque los romanos ya se afeitaban solos mucho antes”. Nota del máster: Escipión el Africano fue el primero (del que haya testimonio) en aparecer afeitado en una moneda, moda que pronto siguieron todos. Cicerón le echaba en cara a Clodia las barbas de sus salvajes ancestros.
Cabeza alta
Los discursos del dictador italiano Benito Mussolini recogían gestos de la época romana. Se refiere a ello Petronio, cuando habla de un personaje que sabe que recibirá una herencia y estaba orgulloso de su recuperación moral y económica. De esta manera, levantando la barbilla, manifestaba su orgullo.
Tocarse la nariz
Este gesto no es hoy, como tampoco lo era en la antigua Roma, señal de buena educación. Los romanos consideraban que mantener la nariz limpia era símbolo de buena educación. Sonar a otra persona era un gesto con otro significado: tratarlo como a un niño.
Sacar la lengua
Estaba prohibido sacar la lengua, incluso cuando se tosía, y pasarse la lengua por encima de los labios. Estos gestos podían dar a entender a otra persona que se estaba invitando a una relación más íntima. No obstante, sacar con fuerza la lengua se entendía como una burla. Las primeras manifestaciones que los investigadores han encontrado sobre ello se refieren a “irreductibles” galos que se burlaban de los romanos. Aún así, parece que el gesto ya se hacía en las culturas mediterráneas antiguas, como indica un pasaje de la Biblia (Isaías 57,4).
‘Exquisito’
Juntar los dedos índice y pulgar, y besarlos se realizaba como gesto a las estatuas de dioses o al entrar en lugares sagrados. Hoy se utiliza tanto para lanzar un beso a alguien como para expresar satisfacción ante una cosa que ha gustado mucho.
Besar en la boca
En la antigua Roma era común que el amante o un familiar del moribundo le besase en la boca, para recibir el alma de la persona que dejaba este mundo. Esto se puede trasladar también hoy en día. La prensa coincidió en interpretar el beso de Madonna a Britney Spears como el traspaso de un cetro: el de reina del pop. (Os juro que YO NO he escrito esto último.)
Orejas de asno
“Imitar con la manos unas orejas blancas”. Mostrar las palmas de las manos con el pulgar tocando las orejas y moviendo los dedos, también significaba burla hace dos mil años. Para los romanos, era imitar las orejas de un asno.
http://www.imperioromano.com/blog/?p=521
Un par de aportaciones mías de gestos vigentes hoy día:
Enemistad
Se manifestaba dándose la espalda mutuamente, tras una rencilla, discusión, etc. A modo de Stefan Zweig y Lars Koening…Los afectados sabrán a qué me refiero.
Signos “secretos” de ligue
Era común en los baños masculinos que los hombres que ofrecían sus servicios sexuales de forma discreta, se rascaran la cabeza con un dedo, para indicar su ofrecimiento.
El lenguaje está lleno de latinismos, ya sean literales o traducidos. Podría suponerse como algo normal, siendo como es el castellano una lengua de origen latino, pero va más allá, debido a la vigencia de tantos términos e ideas comunes, entre los españoles de la generación de los ordenadores y los romanos de hace 2000 años. ¿Cómo hemos llegado a usar su famoso lema del divide y vencerás (divide et impera), desde su uso político, con defensores tan brillantes como Maquiavelo, hasta un algoritmo muy útil en informática? ¿O por qué Kant, en plena Ilustración, decidió que su lema sería el “sapere aude” (atrévete a saber)? Porque eran una gran civilización y la base de lo que somos, como comentaba más arriba, y en más aspectos de los que somos conscientes. Incluso en terrenos más friks: ¿quién vigila a quién nos vigila? (quis custodiet ipsos custodes) El famoso lema de Watchmen no es nuevo…sino de Juvenal, un famoso escritor latino, como muchos sabréis.
Como el latín fue la lengua de expresión cultural y científica en Europa hasta el siglo XVIII, estas locuciones han pervivido en el lenguaje jurídico, técnico, religioso, médico, intelectual -Bis dat qui cito dat: "El que da rápido da dos veces." Cervantes (Don Quijote)-y científico.
Ámbito universitario: Alma mater (centro de estudios, mal usado como el centro de algo), aula magna, campus, cum laude, curriculum, honoris causa.
Os copio una URL que tiene algunas citas también en griego:
http://recursos.cnice.mec.es/latingriego/Palladium/5_aps/esplap20.htm Y no olvidéis la Wiki (locuciones latinas) y el post que hice hace unos días con expresiones latinas.
Incluso cuando morimos, un in memoriam y un Rip (requiescat in pacem, descanse en paz) y a la fosa…Los romanos aún siguen vivos.
Espero no haberos aburrido ad nauseam y que os sea de utilidad en el vivo.
Os recuerdo que tras el vivo, subiré aquí y al Facebook, algunas de las mejores fotos y os recomiendo llevar un pen para descargarlas el domingo.Cuando termine todo, subiré algunas conclusiones a este blog y podréis preguntar todo aquello que se os quedara pendiente.
Nos vemos en Roma!!!
P.