3/5/11

Últimos consejos previvo y Oopart.



Bueno...tras largos años de espera por diversos motivos, creo que esta vez, por fin y a pesar de todas las ciscunstancias que han impedimentado el hacer este REV, el próximo viernes HABEMUS VIVO!!!
Aunque os lo diré en persona, quiero agradecer a todos los que han formado parte de este proyecto, ya sea de forma directa o indirecta, tanto la ayuda, el apoyo, la colaboración y la confianza en el proyecto, como másters, jugadores y otro tipo de colaboraciones. Gracias!!
Quiero recordaros que debéis de llevar aparejos para dormir, porque sólo hay colchón, sin fundas, ni sábanas, ni mantas. También debéis de llevar cubierto, vaso y platos (para el 1º y 2º plato) ya sea de plástico o metal, plan acampada o de loza normal.
No olvidéis llevar el atrezzo del Pj que no os hayamos conseguido nosotros.
Hay un post que os indica perfectamente el camino. Para los que no hayáis ido nunca a Más de Zampa, recomiendo imprimirlo o tomar notas.
Los másters estaremos allí desde el jueves a las 17 h, así que si tenéis que contactar con nosotros a partir de ese momento, será a base de móvil. Si no tenéis medio de locomoción, os recuerdo que el metro/tranvía llega hasta el pueblo, pero deberéis de avisarnos con antelación, para que organicemos quién os recoge. Si no vais a llegar en el horario que me indicásteis por mail o en persona, os ruego me aviséis también, para no esperar en vano previo a los Juegos.
Para terminar, os pongo una curiosidad que he encontrado por la red.

Los enigmas del mundo: la máquina de Antikitera

Fecha: Siglo I a.C.

Lugar: isla de Antikitera, Grecia.

Misterio: ¿Cómo un artilugio del siglo XX puede tener más de dos milenios de antigüedad?

Año 80 antes de Cristo… Una galera naufraga en el Mar Egeo, frente a la isla de Antikitera, entre el abrupto bosque de peñascos que emergen allí. En su interior hay estatuas de mármol y bronce; ánforas y jarrones; piezas de oro y plata…

El tesoro no sería recuperado hasta el año 1900. Ni entonces ni ahora pudo calcularse el valor arqueológico de los restos. Es sencillamente ilimitado. Pero entre tanto legado clásico, entre tanto tesoro de la antigüedad, en suma, entre tantas piezas riquísimas, un pequeño objeto que apenas destacaba entonces es hoy el más importante de todos ellos.

Nadie quiso prestarle atención… ¡Era insignificante! Y es que, al fin y al cabo, no parecía más que una piedra calcárea… en medio de preciadas joyas. Pero aquella simple piedra es hoy uno de los fetiches más valorados del Museo Arqueológico de Atenas. Bajo la vitrina que lo exhibe, podemos leer una sugerente leyenda: “la máquina de Antikitera”.

Y claro: hablar de máquinas de hace dos mil años es, en teoría, una osadía sin sentido, pero este caso, como va a comprobar el lector, es especial.

Hasta 1955 nadie quiso darse cuenta de que la pieza podía albergar un secreto que había esquivado el paso de diecinueve siglos sumergido en aguas del Mediterráneo. El responsable de ofrecernos la verdadera dimensión del enigma fue un arqueólogo llamado Dereck de Solla Price. Limpió el objeto, le extrajo las impurezas atrapadas por la agresiva acción del mar en el seno del Egeo y, sin siquiera imaginarlo, se encontró con lo que hoy es, sin género de dudas, el mecanismo de relojería y astronómico más complejo de la antigüedad.

La máquina apenas tiene una longitud de unos pocos centímetros, sin embargo, sus detalles están trabajados como si el antiquísimo relojero hubiera dispuesto de una lupa de mil aumentos (y que se sepa, la lupa no se había inventado). Cuenta con una rueda dentada principal -que consta de 240 dientes- y otras cuarenta que como un rompecabezas engarzan entre sí. Todo el conjunto está unido sobre nueve escalas móviles y tres ejes

Y lo más inquietante, sorprendente y enigmático: la máquina ha sido troquelada sobre una única placa de bronce de dos milímetros de espesor. Los expertos han concluido que el artilugio es un reloj mecánico, astronómicamente perfecto y extraordinariamente preciso.

Que no se obvie el siguiente dato: hasta el siglo XX no ha podido obtenerse una máquina similar, pero alguien, en tiempos de Jesús, ya había desarrollado una tecnología lo suficientemente avanzada como para lograrlo. La conocida publicación científica Scientific Americam, lo dijo en su momento: “Este hallazgo nos obliga a revisar nuestros conocimientos sobre la historia de la ciencia”.

Los movimientos del Sol y la Luna; los de Venus y los de Marte; las horas del día y la noche; las fases lunares; el comienzo de las estaciones… Todo esto, y mucho más, ofrecía gracias a su mecanismo esta sorprendente máquina. A muchos científicos les cuesta aceptar que en aquellos tiempos hubiera hombres capaces de calcular todos estos movimientos. Sin embargo, el enigma de Antikitera les deja en evidencia. Por ello, aún no se han enfrentado en condiciones al reto que plantea.

Este artefacto está calificado por los expertos como un OOPART, siglas anglosajonas que significan: “Objeto fuera de su tiempo”. De este modo se conocen a aquellos restos arqueológicos que por la tecnología empleada en confeccionarlos, o por los conocimientos que de ellos se derivan, no encajan con la fecha en la que son datados. La máquina de Antikitera es un ejemplo perfecto que viene a quebrar una “verdad” impuesta: hace 2.000 años no existía la tecnología para confeccionarlo y aún no se habían alcanzado los conocimientos astronómicos que se derivan de su perfección a la hora de calcular movimientos de astros.

De acuerdo con las reconstrucciones realizadas, se trata de un mecanismo que usa engranajes diferenciales, lo cual es sorprendente dado que los primeros casos conocidos hasta su descubrimiento datan del siglo XVI. De acuerdo con los estudios iniciales llevados a cabo por el historiador Derek J. de Solla Price (1922-1983), el dispositivo era una computadora astronómica capaz de predecir las posiciones del Sol y de la Luna en el zodíaco, aunque estudios posteriores sugieren que el dispositivo era bastante más “inteligente”…

Otra fuente dice:

Con el uso de la radiografía y tomografía computerizada de alta resolución, un equipo dirigido por Mike Edmunds y Tony Freeth de la Universidad de Cardiff, han escudriñado en los fragmentos de la superficie del mecanismo, que esta recubierto por una capa de residuos marinos, y han podido leer las tenues inscripciones. Una imagen detallada del mecanismo ha permitido datarla con más precisión, sugieren que se remonta hacia el 150-100 a.C. con 37 engranajes, los cuales le permitían seguir los movimientos de la Luna y el Sol a través del Zodiaco, predecir eclipses e incluso recrear la órbita irregular de la Luna. Esta irregularidad, conocida como la primera anomalía lunar, fue desarrollada por Hiparco de Rodas en el siglo segundo a.C.

Sorprendentemente, la imagen escaneada del aparato muestra un engranaje con diferencial, cuyo invento se creía que fue en el siglo XVI. El nivel de miniaturización y la complejidad de sus partes es comparable a los relojes del siglo XVII.

Algunos investigadores creen que la maquina, conocida como el Mecanismo de Anticitera, podía haber sido parte de un tesoro saqueado de Rodas y que se dirigía a Roma para una celebración organizada por Julio Cesar.

El misterio pendiente por resolver es el por qué esta tecnología desapareció sin dejar rastro, ninguna civilización construyo algo tan complejo en los 1.000 años siguientes. Una explicación sugiere que los instrumentos de bronce eran fundidos después de su uso y, por ello, fueron borrados del registro arqueológico.

Ahí queda eso...

P.

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